20.6.05 6:07 p. m.

Dinero Fácil

El juego consiste en lo siguiente: se remata un billete de 1000 pesos, bajo las siguientes reglas:

  1. Los 1000 pesos se los adjudica el postor que hace la mejor oferta, pagando la cantidad ofrecida a cambio de éstos, como en una subasta convencional. Además, las ofertas deben ir aumentando de a 10 en 10 pesos, para que la subasta no dure demasiado.
  2. A diferencia de una subasta común, cuando alguien se adjudica los 1000 pesos, la persona que hace la segunda mejor oferta también debe pagar la cantidad que ofreció, a cambio de nada.

Tras estas sencillas instrucciones el juego comienza. Para que empiecen las ofertas, basta con hacer notar a los jugadores que deben aprovechar la oportunidad de ganar luca a cambio de diez pesos. En su ambición, es de esperar que los jugadores lleguen a ofrecer sin reparos hasta 500 pesos a cambio de la luca en juego.

Una vez alcanzado este punto del juego, el jugador que hizo la segunda oferta no querrá perder su dinero, por lo que seguirá aumentando su oferta, confiado de que todavía saca alguna ganacia (todavía está comprando un billete de 1000 pesos a menos que lo que vale) a pesar de que le puede causar alguna desconfianza notar que el organizador ya está sacando ganancia segura (ya que las ofertas del primero y el segundo superan sumadas los 1000 pesos).

Así continúa el juego hasta que un jugador ofrece 990 pesos (todavía vale la pena, pensará el incauto). El jugador que está ofreciendo la segunda mejor postura, por su lado, no querrá pagar 980 pesos por nada, así que ofrecerá 1000 pesos (prefiere quedar en cero antes de perder plata). Razonando de forma parecida, el otro jugador ofrecerá 1010 pesos, porque prefiere perder 10 en vez de 990. De esta forma, los dos jugadores entran en una competencia por no perder su oferta, llegando al punto donde el incentivo para ganar los 1000 pesos ya no es ganar dinero, sino que perder menos... hasta que uno se rinde y el juego termina.

La experiencia dice que el organizador de este juego gana entre 3000 y 5000 pesos a cambio de sus 1000. Incluso, se dan casos donde testigos de una primera fase del juego, caen al ser repetida la experiencia inmediatamente después.

La versión original de este juego se le atribuye al economista Martin Shubik, y se llama "The Dollar Auction" (la subasta del dólar). Hay otro juego de este autor en conjunto con John Nash y otros matemáticos y economistas llamado "So long, Sucker" (no sirve para ganar plata, en todo caso) que también parece interesante (al menos produce tensión y peleas). En todo caso, no creo que sea el juego ideal para mí, ya que no soy capaz ni siquiera de jugar Ataque sin tomar como personal una agresión a uno de mis ejércitos...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta subasta me recuerda un cuento de Robert Louis Stevenson,(El diablo de la botella) pero en este caso el riesgo esta en la perdida de valor.

Anónimo dijo...

Muy bueno, esta claro que la mayoria de juegos en que entra el dinero por medio estan movidos por uno de los 7 pecados capitales.

homero dijo...

Gracias Lela, ya corregí el error.
26, el link que das dirige a esta misma página... acá doy en link al cuento.
En Tamtam apareció hace un tiempo una columna de Iván Skvarca sobre la "paradoja de la prueba sorpresa", donde también menciona este cuento.

Anónimo dijo...

Y, lo haría en mi propio centro, de no ser porque está el pequeño riesgo de que se pongan de acuerdo y no haya más que un "pujante" (así le decimos).

¿Alguna forma de evitar aquel problema?

(Iba a poner Problemita, pero recordé que Problema es masculino, así que no sé si es problemita o problemito, como Mano -> Manita, a ver si alguien me puede responder eso también.)

homero dijo...

Siempre está el riesgo de que los "pujantes" se pongan de acuerdo. Me imagino que el juego funciona mejor en ambientes más distendidos, donde no haya mucho ánimo de pensar...
La verdad es que yo nunca he hecho la prueba, pero un amigo hizo este juego en un curso de liderazgo del que era ayudante, y le resultó a la perfección (en todo caso, los fines fueron pedagógicos y no de lucro, creo que las ganancias se usaron para abaratar la cuota de un asado de fin de semestre de ese curso).
Con respecto a "problemita"... hay muchas irregularidades de ese tipo en el castellano, yo me había fijado en las palabras que cambian de género al pasar a plural, como agua (masculino) y aguas (femenino), por ejemplo.
En todo caso, no veo por que "problemita" va a decirse "problemito", si "problema" es masculino a pesar de terminar en "a" (no es "problemo")... cuál es el problema entonces? :)

Anónimo dijo...

Bueno, supongo que eso es cierto. Pero valga aclarar que las palabras que empiezan -fonéticamente, no ortográficamente- en A y llevan al acento en ella (como Agua, Hacha, Alma, Hada, etc.) son realmente sustantivos femeninos, y no masculinos, pero sin embargo llevan el artículo "El" para evitar la cacofonía que produciría si llevara "La".

Pero mi duda provenía en principio del hecho donde la palabra Mano (femenino: La mano) tiene como diminutivo a Manita (diminutivo: -ita por ser femenino) y me preguntaba si el diminutivo de Problema no sería Problemito por la misma razón. Aunque Problemito no lo he escuchado jamás, lo que no sucede con Manita...

Anónimo dijo...

En chile decimos la "manito".