"Después de todo", pensó Oliveira, "los juegos en el cementerio los puedo hacer yo solo".
Fue a buscar el diccionario de la Real Academia Española. En cuya tapa la palabra Real había sido encarnizadamente destruida a golpes de gillete, lo abrió al azar y preparó para Manú el siguiente juego en el cementerio.
"Hartos del cliente y de sus cleonasmos, le sacaron el clíbano y el clípeo y le hicieron tragar una clica. Luego le aplicaron un clistel clínico en la cloaca, aunque clocaba por tan clivoso ascenso de agua mezclada con clinopodio, revolviendo los clisos como clerizón clorótico."
-Joder -dijo admirativamente Oliveira. Pensó que también joder podía servir como punto de arranque, pero lo decepcionó descubrir que no figuraba en el cementerio; en cambio en el jonuco estaban jonjobando dos jobs, ansiosos por joparse; lo malo era que el jorbín los había jomado, jitándolos como jocós apestados.
"Es realmente la necrópolis", pensó. "No entiendo cómo a esta porquería le dura la encuadernación."
Tomo prestado del maestro uno de sus juegos. Quien quiera y pueda traducir los dos párrafos es bienvenido. También se reciben nuevos párrafos, los que agregaré gustoso a este post.
Ah, y "joder" sí aparece en el cementerio... por lo menos en la edición actual.
2 comentarios:
... hablando de s pam
Lo alcancé a borrar justo antes de ver tu comentario...
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