No sé bien por qué, pero me dió un poco de pena tomerme esta piscola...
Y como en Internet hay una página para cada idea rara que a alguien se le podría ocurrir, descubrí que existe el MoFA, Museum of Food Anomalies. Así que parece que no es tan extraño encontrar caras en la comida (la de la lechuga me pareció notable).
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